Los Rockers son miembros de un subcultura que nació en el Reino Unido en la década de los 60. No hay que confundir a los Rockers con otros grupos que comparten similitudes, como Rockabillies, Psychobillies, o los Teddy Boys.
Tras la Segunda Guerra Mundial, con el desarrollo industrial británico que origina una notable recuperación económica traducida en una mejora de las vías de comunicación y la pujanza de una industria motociclística autóctona representada por casas tan emblemáticas como Norton o Triumph, los chicos aficionados a las motocicletas comienzan crear grupos con nexos comunes que desembocarían en el nacimiento de los Rockers. Éstos se caracterizan por su gusto por la música Rock and Roll norteamericana cuyos exponentes más significativos eran Elvis, Chuck Berry, Eddy Cochran, Bo Diddley o Gene Vincent. También es capital su gusto por las motocicletas británicas Triumph y Norton típicamente o las conocidas como Triton (una combinación del célebre chasis Norton Featherbed y los ágiles y potentes motores Triumph bicilíndricos en línea. Sus motocicletas era transformadas para adoptar un aspecto más racing, con semi manillares, motores con cilindros rectificados, depósitos grandes de competición, escapes recortados, mandos atrasados, colines de competición y eliminación de todo componente superflúo que pudiera entorpecer la conducción o añadir peso innecesario al conjunto.
Los Rockers se reunían con sus motocicletas en cafeterías de carretera, conocidas como Caffs, y cuyo exponente máximo era el Ace Cafe a las afueras de la City (London). Los Rockes auténticos no tomaban drogas y generalmente no bebían en exceso, cosas que podrían dificultar su conducción deportiva. Típicas era también las carreras entre cafeterías, conocidas como Cafe Races. Las motocicletas preparadas para correr en estas peculiares carreras urbanas eran conocidas como Cafe Racers.
El estilo y vestimenta de los Rockers eran también singulares, nacido de las propias necesidades de su estilo de vida. Vestían chaquetas de cuero negro muy pesadas tachonadas y con parches, así como pantalones de cuero ajustados, botas negras de caña alta y calcetas blancas largas por encima de las botas. Todos ellos portaban cascos Davida, o similares, con vistosas bufandas blancas de seda al cuello y gafas de aviador.
De sobra es conocida la rivalidad existente entre los Rockers y los Mods, acrecentada por los medios de comunicación en ocasiones de forma exagerada o torticera. No obstante, era evidente que sus diferencias de estilo, tanto a nivel musical, vestimenta o pasión por tipos de moto diferentes procurarían no pocos roces entre ambos grupos en el pico de su popularidad.
Con el paso del tiempo, ya en los setenta, el movimiento Rocker fue perdiendo peso entre las tribus urbanas, hasta vivir un renacimiento a finales de la década, gracias al trabajo de unos pocos y nostálgicos Rockers de la vieja guardia, tales como Len Paterson y los Chelsea Bridge Boys. De una manera u otra, el espíritu auténtico y transgresor de estos modernos caballeros de la carretera sigue vivo en el ánimo de muchos aficionados, que siguen vistiendo a la vieja usanza y buscando esas olvidadas cafe racers en los garajes de sus abuelos. Y qué siga así mucho tiempo.