martes, 2 de marzo de 2010

Fauna Sobre Ruedas Volumen Tres

Para Terminar esta sección, por lo menos hasta donde nos compete actualmente, como no, queda hablar de los ROCKERS, los primitivos y no las variaciones de esa tribu urbana.

Los Rockers son miembros de un subcultura que nació en el Reino Unido en la década de los 60. No hay que confundir a los Rockers con otros grupos que comparten similitudes, como Rockabillies, Psychobillies, o los Teddy Boys.

Tras la Segunda Guerra Mundial, con el desarrollo industrial británico que origina una notable recuperación económica traducida en una mejora de las vías de comunicación y la pujanza de una industria motociclística autóctona representada por casas tan emblemáticas como Norton o Triumph, los chicos aficionados a las motocicletas comienzan crear grupos con nexos comunes que desembocarían en el nacimiento de los Rockers. Éstos se caracterizan por su gusto por la música Rock and Roll norteamericana cuyos exponentes más significativos eran Elvis, Chuck Berry, Eddy Cochran, Bo Diddley o Gene Vincent. También es capital su gusto por las motocicletas británicas Triumph y Norton típicamente o las conocidas como Triton (una combinación del célebre chasis Norton Featherbed y los ágiles y potentes motores Triumph bicilíndricos en línea. Sus motocicletas era transformadas para adoptar un aspecto más racing, con semi manillares, motores con cilindros rectificados, depósitos grandes de competición, escapes recortados, mandos atrasados, colines de competición y eliminación de todo componente superflúo que pudiera entorpecer la conducción o añadir peso innecesario al conjunto.

Los Rockers se reunían con sus motocicletas en cafeterías de carretera, conocidas como Caffs, y cuyo exponente máximo era el Ace Cafe a las afueras de la City (London). Los Rockes auténticos no tomaban drogas y generalmente no bebían en exceso, cosas que podrían dificultar su conducción deportiva. Típicas era también las carreras entre cafeterías, conocidas como Cafe Races. Las motocicletas preparadas para correr en estas peculiares carreras urbanas eran conocidas como Cafe Racers.

El estilo y vestimenta de los Rockers eran también singulares, nacido de las propias necesidades de su estilo de vida. Vestían chaquetas de cuero negro muy pesadas tachonadas y con parches, así como pantalones de cuero ajustados, botas negras de caña alta y calcetas blancas largas por encima de las botas. Todos ellos portaban cascos Davida, o similares, con vistosas bufandas blancas de seda al cuello y gafas de aviador.

De sobra es conocida la rivalidad existente entre los Rockers y los Mods, acrecentada por los medios de comunicación en ocasiones de forma exagerada o torticera. No obstante, era evidente que sus diferencias de estilo, tanto a nivel musical, vestimenta o pasión por tipos de moto diferentes procurarían no pocos roces entre ambos grupos en el pico de su popularidad.

Con el paso del tiempo, ya en los setenta, el movimiento Rocker fue perdiendo peso entre las tribus urbanas, hasta vivir un renacimiento a finales de la década, gracias al trabajo de unos pocos y nostálgicos Rockers de la vieja guardia, tales como Len Paterson y los Chelsea Bridge Boys. De una manera u otra, el espíritu auténtico y transgresor de estos modernos caballeros de la carretera sigue vivo en el ánimo de muchos aficionados, que siguen vistiendo a la vieja usanza y buscando esas olvidadas cafe racers en los garajes de sus abuelos. Y qué siga así mucho tiempo.

Fauna Sobre Ruedas Volumen Dos

En Mi segunda Parte de Fauna Sobre Ruedas toca hablar sobre los MOD, la antítesis de los Rockers y porque no, sus archí-enemigos.

El movimiento mod surgió en el Reino Unido en 1958 promovido por jóvenes de entre 15 y 23 años con relaciones familiares con el negocio de la sastrería. Estos mods primigenios eran de clase media y mostraban interés por las nuevas modas que llegaban del continente, tales como los trajes entallados italianos, y estilos musicales negros estadounidenses, como el modern jazz y el rhythm and blues. Está muy extendida la creencia de que tanto mods como sus rivales los rockers surgieron a partir de los Teddy boys, una subcultura que floreció en Inglaterra en los 1950s.

Originalmente el término mod describía a los seguidores del "modern jazz", como contraposición a trad, empleado para calificar a los seguidores del jazz tradicional. Finalmente la definición se extendió más allá del ámbito musical, para incluir otros elementos de la moda y estilo de vida, como la indumentaria europea continental o el gusto por las scooters. Los mods también estaban interesados por el pop art, el cine de la nouvelle vague francesa y la filosofía existencialista. La novela Absolute Beginners escrita por Colin MacInnes en 1959 ha sido citada frecuentemente como un retrato de la cultura juvenil londinense de finales de los 50, que fue la semilla de la escena mod en la década siguiente.

Los mods frecuentaban clubes - v.gr. 'Twisted Wheel Club'-, donde podían escuchar su música, lucir su indumentaria y mostrar nuevos pasos de baile ante otros mods, mientras que por el día desarrollaban trabajos como empleados de oficina o dependientes. Para poder mantener ese ritmo de vida frenético, recurrían frecuentemente al consumo de anfetaminas. En el relato "Underground de Mediodía" incluido en el libro de Tom Wolfe publicado en 1968 La banda de la casa de la bomba y otras crónicas de la era pop.

Según fue desarrollándose este estilo de vida y fue extendiéndose a los adolescentes británicos de todos los estratos sociales, los mods expandieron sus gustos musicales más allá del jazz y el R&B, adoptando el Soul - particularmente los sellos Tamla Motown, Atlantic y Stax -, ska jamaicano y Bluebeat. Además surgieron diversos estilos de Beat y R&B británicos como los Small Faces, The Who, The Animals, The Yardbirds, The Kinks y Spencer Davis Group. Otras bandas menos conocidas asociadas con la escena mod fueron The Action, The Zombies, Zoot Money, The Creation y John's Children. Además, programas televisivos con actuaciones de los grupos de moda, cobraron gran popularidad, como Ready Steady Go!, cuya presentadora, Cathy McGowan, llegó a ser conocida como la "Reina de los Mods" -sobrenombre otorgado en ocasiones a la cantante soul británica Dusty Springfield y a la modelo Twiggy-, siendo un hecho insólito para la época el que una presentadora de televisión tuviera acento obrero.

Su vehículo habitual era la scooter, típicamente Lambretta o Vespa. La principal razón del uso de la scooter radicaba en que el transporte público dejaba de operar relativamente temprano y las scooters eran más baratas que los coches. Después de que se instituyera una ley exigiendo, al menos, un espejo retrovisor en cada moto, los mods añadieron cantidades ingentes de ellos a sus vehículos - siendo habitual incluso llevar más de 10 - como una forma de burla hacia la nueva ley. Estos adornos fueron típicos durante los años 1963 y 1964, aunque se retornó a una estética más sencilla y minimalista posteriormente. Un ejemplo se puede ver en la portada del disco de Quadrophenia, de The Who, en la que aparece el personaje principal de la ópera rock, Jimmy, mirando sus cuatro espejos retrovisores.

Los jóvenes seguidores de otra subcultura juvenil conocida como rockers - asociada con motos y cuero - en ocasiones tuvieron enfrentamientos violentos con los mods, que degeneraron en batallas campales en ciudades costeras vacacionales, como Brighton, Margate y Hastings en 1964. A consecuencia de estos acontecimientos hubo cierto debate social sobre la 'juventud moderna' en Gran Bretaña durante los primeros 1960s. Estos conflictos inspiraron la novela de Anthony Burgess La Naranja Mecánica, en la que su antihéroe es una especie de Mod futurista, y la película de Quadrophenia, inspirada en el LP homónimo de The Who.